¿Por qué cojea?

Posted on mayo 4, 2012. Filed under: Cuidados y prevención, Perros | Etiquetas: , , |

La cojera no es una enfermedad en sí misma, sino el signo de algún problema en el aparato locomotor del animal. Generalmente, una cojera puede tener diversos orígenes, por eso se debe evaluar cuidadosamente al paciente para detectar la causa de la misma y poder tratarla adecuadamente.

Definición

La cojera es una alteración del movimiento normal al caminar o correr, ya sea de una o varias extremidades, causada frecuentemente por dolor.

Un animal cojea porque no es capaz de soportar su propio peso sobre las extremidades afectadas.

Cuatro patas

Los perros y gatos son cuadrúpedos, es decir, caminan sobre las cuatro patas, las que dividimos en extremidades anteriores (brazos y manos) y en extremidades posteriores (piernas y pies).

Normalmente las mascotas cojean de una sola pata, pero no es infrecuente observar movimientos extraños de las dos extremidades traseras, de las delanteras, de las de un mismo lado o de las cuatro. Los veterinarios evaluamos durante la consulta las posturas extrañas que adopta el paciente al andar y, junto con la evaluación traumatológica, correspondiente en cada caso, se termina por conducir con el diagnóstico más probable.

Una cojera, varios orígenes

Las cojeras pueden producirse por diversas causas. Las más frecuentes son:

– Heridas o problemas de las almohadillas
– Infecciones o abscesos de la extremidad
– Alteraciones de las uñas o lesiones interdigitales (fístulas por espiguillas)
– Problemas varios de las articulaciones
– Artrosis
– Fracturas o fisuras óseas
– Roturas o lesiones ligamentosas
– Roturas fibrilares o contracturas musculares
– Hematomas importantes tras algún golpe fuerte
– Malformaciones congénitas o adquiridas del sistema músculo-esquelético
– Alteraciones en la vascularización o inervación de las extremidades
– Tumores

Las causas de una cojera pueden ser muy diversas, por lo tanto los tratamientos serán distintos en función del origen.

Exploración traumatológica

Si tu mascota empieza a cojear es importante que acudas a la consulta de traumatológica lo antes posible para iniciar el tratamiento pertinente.

Durante la exploración traumatológica se realizarán varios pasos:

– Anamnesis: Se pregunta al propietario cuándo empezó la cojera y si lo relaciona con algún hecho concreto (golpe, herida, salida al campo…)
– Examen físico: Se palpan y se movilizan todas las estructuras de la extremidad enferma (articulaciones, músculos, huesos…)
– Otras pruebas: En muchos casos es necesario realizar radiografías, ecografías u otras pruebas imágenes de las estructuras internas de la extremidad. A veces también se requiere otro tipo de análisis para poder determinar el diagnóstico correcto.

Con toda esta información, el veterinario establece el tratamiento y la medición pertinentes para cada caso; a veces puede ser necesario pasar por el quirófano.

La rehabilitación posterior

Al igual que ocurre con los deportistas, las lesiones causantes de las cojeras generalmente requieren una rehabilitación posterior al tratamiento inicial.

La rehabilitación puede consistir en reposo, ejercicio moderado, actividades especiales para realizar unos movimientos concretos…

En algunas ocasiones, dicha rehabilitación debe ser controlada y dirigida por profesionales. Para que la curación total de la lesión tenga éxito, este último paso de la rehabilitación es muy importante y requiere una implicación constante del propietario de la mascota, ya que si no se siguen los consejos veterinarios o se realiza una mala rehabilitación puede empeorar la recuperación final del enfermo, o incluso anular los tratamientos aplicados anteriormente. Por lo tanto, el último paso en la completa recuperación del paciente dependerá de la implicación del propietario y la del propio animal.

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