Crear asociaciones positivas
A lo largo de su vida tu perro deberá habituarse a situaciones nuevas y enfrentarse, de vez en cuando, a otras potencialmente desagradables, como el baño, el cepillado y las visitas al veterinario. Es importante que se acostumbre, a ellas de forma gradual y que aprenda a asociarlas con experiencias agradables, sobre todo si se trata de un cachorro.
Las relaciones sociales
– La socialización: para favorecer una actitud sociable, el cachorro debe tener contacto con personas y con otros perros durante los primeros meses de vida, sobre todo desde la 3ª hasta la 12ª semana.
– El contacto con personas: siempre que nuestro perro, sea cachorro o adulto, se acerque a una persona o responda a su acercamiento con una actitud amistosa, debemos premiar su comportamiento con caricias y un tono de voz agradable.
Las rutinas potencialmente desagradables
Cualquier situación nueva, o ya conocida pero que pueda relacionarse con una experiencia negativa, como el dolor, debe ser presentada al perro con cuidado y siempre de forma progresiva.
A continuación te indicamos un sencillo ejercicio para habituar al perro al cepillado:
– Guarda varias golosinas para perro en el bolsillo.
– Sitúa a tu perro en un lugar tranquilo.
– Distrae su atención con una golosina, pero todavía no se la des.
– Mientras está pendiente del premio, empieza a cepillado con mucha suavidad.
– Si el perro permanece distraído con la golosina, dásela y deja de cepillarlo.
– repite el ejercicio unas cuantas veces, aumentando cada vez un poco la intensidad del cepillado y cambiando de zona corporal. Empieza por aquellas áreas menos problemáticas, como la grupa o el cuello y deja las más complicadas, como las patas o la cola, para las siguientes sesiones.
– No alargues cada sesión más de 10 minutos.
El ejercicio que acabamos de describir puede ser aplicado a otras situaciones problemáticas, como por ejemplo la inspección y limpieza de las orejas.
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